Después del bullicio estridente... del sudor mensajero del cansancio... y del estrés... egoísta, insensato y envidioso del éxito...
Llega un momento de letargo...
Para reflexionar:
14 maestros comprometen sus sonrisas y compañía... y se emocionan con el esfuerzo deportivo de sus estudiantes..
Hubo hasta llanto... hubo desmayos... los demás se acunclillaron... y con agua al clima buscaron reponerse... y los tres primeros puestos de cada categoría, miraron en su pecho una medalla... se llevaron un efectivo que vale como sus ilusiones, mientras una alcaldesa joven y comprometida sonríe.
Un gremio de una alcaldía apoyó y yo filántropo de mis alegrías le digo a mi cómplice Gabriel Martinez: "gracias... la sacamos del estadio..."
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